Por: Lily Gomez Villarreal

Cómo es muy bien sabido, el panorama en México no pinta bien con respecto al COVID-19; estaremos sin escuelas, cines, restaurantes y saliendo lo mas limitado posible los próximos meses incluso he escuchado pronósticos de hasta 2 años en esta “nueva normalidad”.

Esto nos obliga a estar encerrados con los nuestros, con nuestra familia. Para los que tienen hijos pequeños no ha sido nada fácil, entre la escuela en línea, el “home-office” y quehaceres normales de la casa las mamás se han estado volviendo locas. Pero hay algo que yo rescato de todo este caos: el tiempo que hemos pasado ahora con nuestros hijos y el preguntarnos ¿qué tan indispensable es en realidad la escuela?

Yo diría que muy poco si no es que nada, en realidad lo importante es la educación, el amor, la autoestima, el sentido de pertenencia a una familia y el no perder esa curiosidad nata de aprender que tiene el ser humano. Para muchos es difícil concebir esta idea ya que fuimos educados en un método tradicional y nunca nos había pasado por la mente la idea de que nuestros hijos tuvieran otro tipo de formación.

Pero estos tiempos nos invitan a reflexionar y analizar cuales son las prioridades reales de nuestros hijos y tomar decisiones que favorezcan su crecimiento en un ambiente positivo, con menos estrés y dejándolos ser niños.

Es momento de evaluar opciones distintas y analizarlas conscientemente, darnos oportunidad de conocer realmente a nuestros hijos, saber cuáles son sus talentos y fomentar el desarrollo de los mismo y sobre todo es momento de fortalecer su autoestima y los lazos familiares.

En Koti Homeschool hemos diseñado un programa académico que les permitirá disfrutar el camino de aprender, que los hará tener flexibilidad para poder desarrollarse en otros ámbitos y respetará su proceso de ser niños, de tener curiosidad por aprender, de ser FELICES y AMADOS.